Descubriendo las reservas de la biosfera en los destinos ecoturistas

En territorio gallego encontramos la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo, el primer destino de ecoturismo certificado en Galicia.

Un lugar donde la naturaleza, la cultura y la gastronomía se unen para ofrecerte una experiencia inolvidable.

Esta Reserva de Biosfera, declarada por la UNESCO en 2013, abarca 17 municipios de la provincia de A Coruña, con una gran diversidad de paisajes y ecosistemas. En ella, podrás disfrutar de los ríos Mero y Mandeo, que forman valles y humedales llenos de vida, de la ría de Betanzos, que se adentra en el interior como ninguna otra, y del Océano Atlántico, que baña las costas con su fuerza y belleza. Además, podrás conocer el patrimonio histórico y cultural de esta zona, así como su gastronomía local y de temporada, basada en los productos del mar y de la tierra.

Asturias, paraíso natural

En Asturias encontramos tres Reservas de la Biosfera en destinos adheridos a Soy Ecoturista.

Comenzamos en el suroeste asturiano, concretamente en Fuentes del Narcea – Muniellos, donde se encuentra el bosque de Muniellos, que en 1982 fue declarado Reserva Biológica Nacional y en febrero de 1988, se amplía el ámbito de la Reserva Biológica con la inclusión de más terrenos, hasta que en noviembre de 2000 fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO.

Se trata del robledal más grande de España y uno de los más puros de Europa. Con una altitud que va de los 680 a los 1500 metros, es un santuario natural para la mayor parte de las especies de la fauna de la montaña cantábrica que encuentran refugio entre una gran variedad de árboles como el roble albar, tejos, acebos, hayas y abedules en la zona alta, y fresnos, pláganos, sauces, avellanos y gran variedad de musgos y líquenes en las zonas bajas junto al río.

La siguiente parada asturiana la realizamos en la Reserva de la Biosfera de Somiedo. Somiedo tiene el honor de haber sido el primer Parque Natural de Asturias, y no es de extrañar ya que, a pesar de su pequeño tamaño, alberga una impresionante biodiversidad y una gran variedad de ecosistemas y paisajes. Algunas especies amenazadas, como el oso pardo, el lobo ibérico, el desmán ibérico o la Rosalia alpina encuentran en Somiedo su refugio. Pero, además de esta riqueza natural, Somiedo también destaca por su valioso patrimonio etnográfico y arquitectónico, que nos regala maravillas en forma de hórreos, paneras, molinos, fuentes y lavaderos, así como prácticas como la transhumancia, los vaqueiros de alzada o la construcción de la piedra en seco, esta última Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

El trío astur lo completa la Reserva de la Biosfera de Redes, reconocida por la UNESCO en el año 2001 y cuya riqueza ambiental destaca por la diversidad de paisajes y contrastes, pudiendo encontrar morrenas o circos de origen glaciar, formas kársticas en cuevas, y amplios campos de pasto y montes. En Redes puedes ser testigo del nacimiento del río Nalón en el Puerto de Tarna y de los impresionantes valles y desfiladeros formados por el río Alba o el de los Arrudos. Gracias a una geografía extremadamente abrupta y a los vastos bosques de hayas y robles nativos, casi 200 especies animales encuentran refugio en Redes, como el oso pardo, el urogallo cantábrico, el águila real, el murciélago de cueva, la nutria, el águila real o el alimoche. Y, para completar esta riqueza, la actividad humana se entrelaza con el entorno natural a través de prácticas tradicionales que respetan el medio ambiente, enriqueciendo el lugar con un valioso legado etnográfico y cultural.

Equilibrio entre personas y naturaleza en el País Vasco

Seguimos rumbo hacia el este hasta la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, la única de Euskadi.

Allí, te sorprenderá encontrar entornos que han sido moldeados a lo largo de 14.000 años de convivencia armoniosa entre la naturaleza y los asentamientos humanos que a lo largo de los siglos han conformado pintorescos pueblos marineros y rurales en los que han sabido conservar su rica cultura y tradiciones.

El paisaje varía desde las cumbres boscosas hasta su bella costa, pasando valles salpicados de caseríos y la llanura del estuario con impresionantes formaciones calizas que albergan extensos bosques de encinas cantábricas. Un paisaje de contrastes entre sus diversos hábitats que alberga 3.300 especies y subespecies.

El gran humedal de Cataluña

Llegamos hasta Tarragona, a la Reserva de la Biosfera de Terres de l’Ebre, uno de los humedales más importantes del Mediterráneo, con 320 km2 de superficie en los que encontramos una biodiversidad increíble y de gran valor conformando un riquísimo ecosistema acuático.

Así, podemos ver aves en todas las estaciones del año, como la rara gaviota de audouin, que se cría en el delta del Ebro, o flamencos que se cuentan por miles. El paisaje del Delta del Ebro está marcado por los vastos arrozales, así como por las lagunas repletas de cañas y juncos, las zonas de suelo salado o sus playas con dunas. Y, por supuesto, no podemos olvidar su cultura, sus tradiciones, su arquitectura y su historia.

Como habrás podido ver en esta primera entrega dedicada a las Reservas de la Biosfera, la variedad es patente y seguro que no vas a poder resistirte a visitar alguna de ellas, si no todas. Cuenta, además, con que en todas ellas encontrarás alojamientos, restaurantes y empresas de actividades adheridas a Soy Ecoturista, con las que podrás organizar la escapada perfecta para no sólo disfrutar del entorno, sino para conocer más sobre el importante papel que juegan estas Reservas y el importante papel que también juegas tú en cada una de ellas practicando ecoturismo. 

Autoría: Club Ecoturismo en España. SoyEcoturista